Te ha pasado que no encuentras tus alimentos o meriendas en la refri o despensa, se te ponen malos y tienes que botarlo y además, esto te impide llevar a cabo de tu plan de alimentación y genera una gasto económico que con el tiempo va sumando cada vez más. Las solución es utilizar recipientes pequeños de vidrio, preparados por porciones. La clave es que puedes recordar que están ahí al verlos.